Las declaraciones de Caffarel

Parece que Carmen Caffarel, directora de RTVE, está orgullosa de su gestión al frente del ente tal y como ha declarado, pero ¿realmente tiene motivos para ello?

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¿Cuánto dura el compromiso público de la Señora Caffarel?
En
primer lugar las telenovelas dejarían paso paulatinamente a los
concursos de conocimiento para más tarde, una duración exacta de once
emisiones, sustituir estos concursos por nuevas telenovelas. Como
ejemplo nos apoyamos en “El enemigo en casa” presentado por Daniel
Domenjó. La franja que venía ocupando en La Primera desde su estreno el
pasado mes de abril, entre las 17:50 y las 18:30 horas, será ocupada
desde hoy por un capítulo más de la telenovela “Obsesión”.
El argumento utilizado para justificar el cambio de cadena del concurso es la baja audiencia alcanzada.
Si nos dedicamos a investigar un poco, encontramos numerosas noticias que recogen el incumplimiento del código.
De esta forma, la anunciada remodelación de la tarde de la cadena
pública, para adaptarla a las exigencias del código de autorregulación
firmado por todas las televisiones con el Gobierno el pasado mes de
diciembre, se ha saldado en TVE con un aumento de la presencia de las
telenovelas.

4 comentarios en «Las declaraciones de Caffarel»

  1. Seguro que también está satisfecha de la pluralidad e independiencia del Ente, como se pudo comprobar el pasado domingo con la emisión del “reportaje” sobre la historia del PSOE que acabó convirtiéndose en una crítica al anterior Gobierno y una propaganda barriobajera.
    Pero claro, en este caso los pregoneros no le han dado tanta importancia como al de FAES.

  2. El señor Farré ¿no ha pensado lo cómodo que sería la implantación de un chip en cada uno de nosotros y así nos vale para todo?

  3. “Programas en los que la temática conflictiva esté limitada a pequeños conflictos propios de la infancia, resueltos positivamente.”
    Esto es lo que dice el texto del código de autorregulación. Me parece bien que se ponga atención en un tema tan importante pero creo que poner límites de esta naturaleza es: dirigirse a los niños como una masa, no darles protagonismo ni participación, no instruirles y tratar de entretenerles con productos malos.
    Los mejores programas que recuerdo para niños son aquéllos en los que participan sea como concursantes, participantes en una tertulia o como en aquél programa donde se les preguntaba por un personaje o un tema y ellos respondían desde su pupitre lo que les venía a la cabeza.
    ¿No será mejor que sean los padres en casa los que sepan y “regulen” lo que ven sus hijos en la tv y cuantas horas pasan mirando la pantalla?

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